- Fundación REDMADRE recuerda que en España se siguen realizando cerca de cien mil abortos al año y que el nuevo Gobierno debe afrontar este drama.
- En 2014 Fundación REDMADRE asistió a más de 10.000 mujeres que siguieron adelante con su embarazo.
Madrid 22 de diciembre de 2015.- Ante los últimos datos del Ministerio de Sanidad sobre el abortos, Fundación REDMADRE señala que sigue siendo un escándalo inadmisible el número de abortos que se realizan en España, cerca de cien mil al año, por lo cual el nuevo Gobierno que se forme en las próximas semanas deberá afrontar este problema, ?aprobando políticas de apoyo a la mujer embarazada que le permitan llevar a cabo su maternidad, como así han prometido durante la reciente campaña electoral las diferentes formaciones políticas?, apunta Amaya Azcona, Directora General de la Fundación REDMADRE.
La ligera disminución de abortos que se produjo en 2014 es resultado de factores meramente vegetativos y de la eficaz labor asistencial que realizan las organizaciones de apoyo a la mujer embarazada con dificultades.
En 2014 (última Memoria de Actividades publicada) Fundación REDMADRE asistió a más de 10.000 mujeres que siguieron adelante con su embarazo. ?Si el número de abortos se ha reducido en 13.894, desde REDMADRE nos alegramos de haber contribuido a este descenso y nos anima a continuar nuestra labor de asistencia para que cada año sean menos las mujeres que se vean abocadas al drama del aborto?, señala Amaya Azcona.
La Directora General de Fundación REDMADRE continúa diciendo: ?Si REDMADRE, con sus escasos medios, pudo contribuir a evitar cerca de 10.000 abortos, ¿qué no podrían conseguir las Administraciones Públicas, si se volcasen en políticas eficaces y bien dotadas de apoyo a la mujer embarazada? No podemos contentarnos con ver la evolución vegetativa año a año de las cifras del aborto: toda la sociedad tiene que implicarse en la supresión de esta lacra de nuestra época?.
Fundación REDMADRE vuelve a recordar que el aborto es un inmenso drama y los responsables de las políticas sociales deben afrontar este problema con una ley de apoyo a la maternidad que contemple medidas concretas para las mujeres embarazadas en general y en riesgo de exclusión en particular.
