De vez en cuando aparecen en los medios de comunicación noticias que nos llenan de esperanza y confianza en que algo está cambiando en la lucha por la vida y la maternidad en España. Que el Tribunal Supremo haya anulado la sentencia que absolvía al Dr. Morin, bien conocido por todos los que trabajamos ayudando a mujeres que han abortado y sufren las secuelas psicológicas posteriores, es una muy buena noticia.
Los más optimistas, entre los que me encuentro, podemos pensar que esto marca un antes y un después en la responsabilidad penal de los empresarios del aborto, que ya no se verán amparados por jueces que pueden estar política y socialmente presionados, y que las mujeres ya no serán olvidadas, ninguneadas y condenadas al silencio absoluto tras sufrir un aborto que quizás ellas no pidieron libremente.
Y no será la última, seguro que pronto tendremos más y más buenas noticias que nos animarán a seguir trabajando en defensa de la vida y la maternidad.