Es difícil imaginar una situación tan estrambótica: señora embarazada, con tres centímetros de dilatación, en una habitación de un hospital rodeada de tres miembros de un tribunal de oposición.

Si ya es delicado dar a luz en los hospitales españoles por la excesiva medicalización del momento, y a esa situación le sumas unos señores desconocidos observando cómo la parturienta redacta el punto cinco del tema ocho, la cuestión se complica bastante.

Ocurrió en nuestro país y ahora los tribunales dan la razón a la reclamación que la mujer embarazada (ya madre) presentó, por considerar que la prueba no se realizó en las condiciones óptimas.

Desde esta tribuna no nos cansamos de reivindicar un mejor trato a las mujeres embarazadas. En REDMADRE es habitual encontrarnos con mujeres embarazadas que han perdido el curso y tienen riesgo de abandonar sus estudios por la falta de flexibilidad del sistema educativo. Por ello, reclamamos que se tenga en consideración de una manera transversal ese tiempo tan especial por el que pasa la mujer, consideración a nivel laboral y también a nivel académico. La legislación debería prever la adecuación del calendario escolar, las fechas de los exámenes y resto de exigencias académicas a las necesidades derivadas del embarazo y el parto.