Durante el mes de junio hemos celebrado el Encuentro anual con los voluntarios de todas las asociaciones REDMADRE. Un encuentro cuya finalidad es doble: por un lado, se trata de mejorar y aumentar la relación entre todos los voluntarios que forman parte de la familia REDMADRE en España; y, por otro lado, se procura ofrecer a los voluntarios formación de calidad sobre diferentes aspectos de la maternidad (embarazo y primera crianza) que afectan a las madres que recurren a nosotros.
Este año la formación ha sido sobre la información y el apoyo que podemos ofrecer a aquellas mujeres que reciben un diagnóstico prenatal de discapacidad intelectual de origen genético. Cómo acompañarlas y dónde derivarlas para que sean asesoradas sobre la manera de recibir cuidados de forma integral y con base médico-científica. La formación impartida por la Fundación Jérôme Lejeune fue estupenda y los voluntarios pudieron acercarse de manera rigurosa a este tema tan poco conocido por el conjunto de la población, pero que tiene implicaciones importantísimas en la vida de las personas.
Por desgracia se están usando para animar a abortar los avances en los llamados ‘test prenatales no invasivos’, que es una analítica de sangre que se realiza a la madre para revelar anomalías genéticas como Trisomía 21, 13 y 18.
En REDMADRE acompañamos a mujeres que reciben diferentes diagnósticos de malformación, que declaran ser presionadas para no continuar con el embarazo y llegan a REDMADRE buscando un abrazo, información veraz sobre el diagnóstico, y un respeto a su decisión de continuar.
No puedo menos que terminar este artículo con una reflexión del Profesor Jerome Lejeune, descubridor de la trisomía 21: ‘La calidad de una civilización se mide por el respeto que tiene por los más débiles de sus miembros’