Feminismo radical, abolicionista, transfeminismo, de igualdad, de la diferencia, feminismo socialista, ecofeminismo, ciberfeminismo, feminismo filosófico, feminismo separatista, feminismo disidente, liberal, feminismo factual o feminismo científico y feminismo individualista. La cuarta ola del feminismo está formada por todas estas corrientes y quizás alguna más. No es lugar para analizarlas, pero sí vamos a tratar de conocer cuál es su postura respecto de la maternidad.
Simone de Beauvoir máxima representante del feminismo de la igualdad consideró la maternidad como una servidumbre por lo que había que terminar con ella. Betty Friedman analizó los problemas de las mujeres madres y su insatisfacción. Margaret Mead mediante sus estudios transmitió la maternidad como una posibilidad y que las mujeres podían decidir ser o no ser madres (maternidad deseada y libremente elegida). El feminismo de la diferencia considera la maternidad como argumento a favor de la superioridad femenina. Mimi Gladstein habla del feminismo que se queda en casa cuidando a los hijos y que no debe se despreciada por ello. Elizabbeth Badinter señala que hay que liberar a la mujer de que lo natural es tener hijos.
El ecofeminismo y otras corrientes reivindican una ‘maternidad insumisa’, control del embarazo y del parto, la lactancia materna en cualquier ámbito, el bebé como eje de la vida de las mujeres.
Es un galimatías donde no se encuentra una línea de pensamiento común respecto de la maternidad. Hay feministas que rechazan la maternidad, otras que la eligen como forma de reivindicar su diferencia con el varón. Comienza a haber una corriente entre las feministas más jóvenes que recriminan al feminismo haber dejado fuera la maternidad, haberla relegado al ámbito privado. Sin embargo, sí hay un elemento común en las distintas corrientes feministas, a saber: la defensa del derecho a elegir no ser madre, cuando ya se es, mediante el recurso al aborto. No obstante, comienza a haber disidentes que lo rechazan.
El feminismo del Siglo XXI tiene dos asignaturas pendientes respecto de la maternidad: La primera, incorporar la maternidad como una posibilidad de la mujer que forma parte de su feminidad (considerada tanto en su aspecto de naturaleza como en su aspecto cultural); y la segunda, acabar con la defensa del aborto como un modo de terminar con el proceso de la maternidad cuando este ya ha empezado con la gestación del hijo.
El feminismo debe apoyar a las mujeres madres trabajando por modificar la cultura de la maternidad (presentándola en su realidad: ni ensalzada, ni despreciada), transformando la cultura de la crianza (incorporando a los padres y al entorno social), incorporando cambios en la cultura laboral (concienciando que la desigualdad laboral empieza con la maternidad). En resumen, apoyando políticas favorables a la maternidad en todas las áreas para que la mujer no se encuentre sola.
En Fundación REDMADRE llevamos 16 años apoyando a las mujeres en su maternidad para que puedan superar cualquier dificultad con la que se encuentren.