El Instituto nacional de Estadística ha publicado esta semana los datos de nacimientos del año 2023. Nacieron 322.075 personas; y, según las series estadísticas, este año se da la cifra más baja de nacimientos desde 1941. Si comparamos con un año más cercano, el año 2013, cuando nacieron 424.440, se observa claramente que en una década la caída es de 100.000 nacimientos.
¿Que decir ante esto? Hay múltiples razones por las que las familias no tienen hijos y este artículo no es el lugar para una análisis tan complejo, pero sí para constatar que -aunque se trate de decisiones privadas- sus consecuencias son de inmensa trascendencia pública para el futuro de nuestra sociedad, que envejece a velocidad inusitada con lo que eso significa en términos incluso económicos por no referirnos a los humanos. Estos días la prensa informa del declive económico ya crónico de Japón, el país más envejecido del mundo cuya productividad y actividad económica está reduciéndose año a año por su insoportable pirámide de población.
A la par que se reduce el número de nacimientos, a REDMADRE recurren cada año miles de mujeres embarazadas que tienen dificultades para llevar a término su embarazo y no encuentran apoyo en su entorno ni en las Administraciones Públicas, indiferentes ante los problemas –también económicos- de estas mujeres para afrontar su embarazo y la crianza de sus bebés. Es difícil de entender que nos preocupemos por esta caída de nacimientos y no seamos capaces de apoyar a aquellas mujeres embarazadas que lo necesitan.
¿Cuándo despertarán nuestros políticos y gobernantes y la opinión pública ante esta contradicción? Es ya muy urgente apoyar la natalidad removiendo los obstáculos estructurales a la maternidad que subsisten en nuestra sociedad, empezando por el apoyo público en términos de ayudas reales a aquellas mujeres que tendrían hijos si no se las abandonase y dejase solas ante los problemas de todo tipo vinculados a su maternidad.
El lema de REDMADRE, Nunca estarás sola, debiera convertirse en una política pública bien dotada financieramente y en un clamor social.