Cuando el 14 de marzo de 2007 un conjunto de ciudadanos constituyó la Fundación REDMADRE con la maternidad como centro de la misión y con vocación de permanencia en la sociedad española no podían prever el recorrido que esta iba a tener.
Los fundadores conocían la necesidad social de ofrecer apoyo a las mujeres embarazadas que sufren dificultades por su embarazo, y también fueron muy conscientes de la necesidad de promover un cambio social respecto de la concepción que se tenía de la maternidad (en esos años especialmente denostada, desprotegida e invisibilizada). Había que hablar de la maternidad y hablar con rigor.
Hablar de maternidad es hablar de las mujeres y de sus hijos (los que están por nacer y los nacidos); es hablar de conciliación y de corresponsabilidad; es hablar de sueldos, acceso a la vivienda y fiscalidad; es hablar de las presiones que algunas mujeres reciben para que recurran al aborto y no continúen con el embarazo; es hablar de salud y de políticas públicas. Hablar de maternidad es hablar de un asunto humano y que como todo lo humano es complejo y multidimensional, requiere estudio, análisis y reflexión. No se puede pretender resolver la cuestión con soluciones simplistas, inhumanas, insolidarias y crueles.
La Fundación REDMADRE cumple 17 años habiendo trabajado en la doble misión que tiene: acompañado a miles de mujeres y hablado en cuantos foros ha sido invitada, pero reconociendo que queda un inmenso trabajo por hacer. Las circunstancias no han mejorado mucho, e incluso en algunos aspectos han empeorado, pero gracias a los miles de voluntarios y a su implicación, y gracias, también, a la llegada de nuevas personas generosas, que asumen la responsabilidad de formar parte de las juntas directivas, hemos llegado hasta aquí y podemos continuar con energía.
Nos gustaría poder cumplir 50 o 75 años porque las mujeres nos sigan necesitando, pero también nos gustaría no llegar a celebrar el 50 cumpleaños porque la sociedad se hubiera transformado de tal manera que la maternidad fuera apoyada por todas las instituciones públicas y privadas y ello hiciera innecesaria nuestra acción.
