El pasado 10 de enero tuvo lugar en Pamplona la conferencia Un amor sin límites, organizada por REDMADRE Navarra e impartida por David Ramírez, psicólogo sanitario y doctor en neurociencia y cognición. El psicólogo abordó temas esenciales como el sentido de la vida y la maternidad en contextos vulnerables, haciendo una profunda reflexión sobre el impacto emocional y social del aborto.
Sensaciones versus sentido: una reflexión sobre la ansiedad
David Ramírez comenzó su intervención explorando el contraste entre vivir de sensaciones momentáneas y encontrar un propósito más profundo. “Si vivimos de sensaciones, que son efímeras, pasajeras y a corto plazo, la reina de nuestra vida es la ansiedad”, afirmó.
El ponente explicó que esta búsqueda constante de experiencias positivas genera un vacío que alimenta el miedo y la incertidumbre: “Cuando perdemos el sentido de la vida, nos quedamos viviendo de sensaciones. Hoy en día, el sentido de la vida reside en la sensación de tener todo resuelto, sin vinculaciones con el otro”.
Según Ramírez, la clave para superar la ansiedad está en cambiar nuestra perspectiva hacia una vida basada en el amor y el compromiso con los demás: “La ansiedad se nutre de la sensación de falta de control y la anticipación de todo lo malo y catastrófico que puede llegar a ocurrir por no tener el control”.
La maternidad y la cultura de la vida
En este contexto, el tener hijos hoy en día “se considera un estorbo. La sociedad actual no te va a vender bienestar por tener hijos”, aseguró Ramírez. Sin embargo, destacó que el bienestar humano no radica en la comodidad, sino en la capacidad de amar: “El bienestar real se encuentra en la capacidad de amar y ser amado, ahí reside el bienestar del ser humano”.
Respecto al aborto, señaló que muchas mujeres que lo consideran lo hacen desde el miedo y la soledad: “La mujer que se plantea el aborto es víctima de la mentira, la soledad y el miedo”. Además, añadió: “La mujer que decide abortar está sola. Cuando una mujer se plantea un aborto tras un paraguas de libertad, en realidad está escondiéndose tras el miedo”, ya que la verdadera libertad radica en “elegir aquello que nos hace bien”.
El psicólogo insistió en la necesidad de acompañar y apoyar a las mujeres en estas circunstancias: “Nuestra misión es decirle que en medio de esa realidad del embarazo brilla la vida”. Pero la única manera de hacerlo y alimentar la “cultura de la vida” es “vivir amando a cada persona que tengamos delante. La cultura de la vida empieza cuando empezamos a amar verdaderamente a cada mujer que se cruza por nuestro camino”.
Ramírez recalcó que “no se ama cuando nos atrincheramos en los juicios. La vida tiene un sentido más grande que aquello que una persona pudo hacer en su historia”.
Aceptar nuestra historia como camino hacia el amor
Ramírez también abordó el tema de aceptar nuestra historia personal, incluso en sus momentos más difíciles. “Si no amamos nuestra historia, no podemos amar al de enfrente”, explicó. Añadió que amar nuestra propia historia implica reconocerla como una fuente de aprendizaje y crecimiento: “Aceptemos los acontecimientos de nuestra historia como la realidad que nos permite crecer, madurar y desarrollar nuestra personalidad de una forma sana, adaptativa”. Por ello, instó a los presentes: “Seamos ejemplares en el amor a nuestra historia”.
El amor como eje de la vida
“Al atardecer de la vida, nos queda el amor. Esto quiere decir que vivimos siendo radicalmente hijos. La definición por excelencia de la persona es ser radicalmente hijos: provenimos de la realidad de una persona que apuesta y decide traernos al mundo”, señaló. Es ahí donde radica el amor incondicional y sin límites que recibimos como hijos. Ramírez concluyó invitando a los asistentes a construir una cultura del amor y la vida desde el compromiso con los demás.
El evento subrayó el papel de REDMADRE Navarra en el acompañamiento a mujeres en situaciones difíciles, reafirmando su misión de apoyar a cada madre desde el respeto y el amor incondicional.