¡Ayúdame a nacer! Es el grito desesperado de cientos de miles de niños que en este momento no encuentran quien les ayude a nacer. Grito que se ha ahogado en los partidos políticos (que rehúsan afrontar la cuestión con claridad) y en las Administraciones Públicas (que no contemplan suficientes medidas de apoyo a la maternidad).

?Ayúdame a nacer dando la enhorabuena a mi madre?; ?Ayúdame a nacer apoyando a mi madre emocionalmente?; ?Ayúdame a nacer cuidando de las necesidades de mi madre?. ?Ayúdame a nacer respetando los derechos laborales de mi madre?. ?Ayúdame a nacer con un buen seguimiento médico del embarazo de mi madre?

En Fundación REDMADRE llevamos años escuchando este grito. Hemos ayudado a nacer a miles de niños apoyando a sus madres, mujeres embarazadas vulnerables, para que sigan adelante con su embarazo. Cada vez son más las mujeres embarazadas (20.000 mujeres atendidas ya por REDMADRE) que recurren a nosotros buscando apoyo emocional y económico.

Es emocionante escuchar el llanto del recién nacido, llanto que expresa la azarosa travesía de un ser humano hasta que es acogido en los brazos de su madre. Llanto de agradecimiento por la oportunidad de experimentar los avatares de la existencia humana, de esperanza por el porvenir. Qué sonido tan distinto del grito ahogado del no nacido, de la desesperanza y el terror, de la impotencia de no alcanzar su meta. ¡Ayúdales a nacer!