María Jaquelin es una mujer boliviana, de 29 años, con una hija de 6 que vive en Madrid desde hace 10 años. Su pareja, un joven de la Indida, fue deportado por no tener trabajo. Y se fue sin saber que María Jaquelin estaba embarazada, y de gemelos.

Cuando confirmó el embarazo tuvo una gran tristeza, estaba sola, con una niña pequeña, sin trabajo y sin su compañero, quien la ayudaba en el cuidado de su hija, y quien la proveía de sustento y cariño.

María Jaquelin se planteó abortar, al menos pasó por su cabeza sobre todo cuando las amigas se lo recomendaban, era lo mejor para ella, así podría buscar trabajo para mantenerse las dos.

Esa idea se afianzó cuando el médico le anunció que esperaba gemelos, y que uno de ellos no se estaba desarrollando de forma satisfactoria. El propio ginecólogo le sugirió abortar a ese gemelo, para que el otro pudiera crecer sin el “estorbo” del hermano.

María Jaquelin no tenía apoyo familiar, estaba sola y muy triste, la idea de abortar a uno de sus hijos la sumía en una profunda amargura. Pero era lo que el médico le había recomendado, era lo mejor, y ella confiaba plenamente en su médico.

Ya tenía decidido abortar cuando conoció a una voluntaria de la Fundación REDMADRE, donde le brindaron todo el apoyo y la compañía que precisaba. María Jaquelin fue llevada a otro especialista y a cada consulta iba acompañada por los voluntarios de REDMADRE.

Su embarazo era difícil, debía guardar reposo, pero su ánimo se fue recuperando, sobre todo cuando en una de las últimas visitas el médico le dijo que el crecimiento de los gemelos se había equilibrado y que el que estaba más desarrollado, mostraba indicios de estar “trabajando para el hermano”.

Los gemelos Raúl e Israel ya han nacido, y su madre ha recuperado una sonrisa que hacía mucho tiempo no mostraba. Es la madre más feliz del mundo porque, además, ya sabe que siempre se querrán y se tendrán el uno al otro, lo han demostrado desde antes de nacer.