Nabila Adda, tuvo a su hija pese a que los médicos le recomendaban que abortase. (Foto de ABC Sevilla)
Publiacado en ABC Sevilla 14/03/2015
Este sábado más de cien colectivos pro vida participarán en Madrid en una manifestación en defensa de este derecho fundamental y en demanda de medidas para ayudar a las madres a tener a sus hijos y no a abortar, bajo el lema «Cada vida importa».
Uno de ellos es la Asociación Redmadre que en Sevilla tiene su sede en la calle Fragua de Vulcano número 2, un verdadero hogar en el que decenas de jóvenes encuentran la solución a sus problemas cuando quedan embarazadas.
Allí un grupo de voluntarias al frente de las cuales están Teresa Galán y Victoria Blasco se desviven cada día por ayudar a estas madres desorientadas, sin dinero, familia, ayuda ni aliciente para sacar a un bebé adelante.
Les dan ropa, pañales, cochecitos de bebés, de premamá y todos los enseres y productos que precisan; y, sobre todo, cursos de formación y tallares para que se busquen por sí mismas un porvenir. Están por toda España y cuando en una provincia no hay una cosa se llama a la que la tiene.Es una red, una malla tupida de madres.
Y lo hacen dando ejemplo, como Inés Guajardo. Esta joven de 33 años quedó paralítica a los 17 tras sufrir un accidente de tráfico.
Estaba en primero de Bachillerato y siguió su vida en silla de ruedas hasta estudiar Psicología. Luego se casó y parió tres hijos. Ahora tienen 6 años, 4 y 18 meses y aún así dice que le queda tiempo para colaborar con Redmadre. Estas ayudas así como al entrega de productos o donativos de particulares y empresas o los mercadillos de trajes de flamencas u otras actividades para recaudar fondos las únicas ayudas con las que cuenta Redmadre en Sevilla.
La Junta no da ayudas
La Junta de Andalucía no otorga subvención alguna y el Ayuntamiento concedió 1.600 euros para un proyecto de 2013-2104 y ahora ofrecerá unos dos mil. El año pasado atendieron a 245 madres, 145 de ellas de primera acogida, de las que 74 eran españolas y el resto inmigrantes.
Necesitan, sobre todo, productos para el cuidado del recién nacido y fondos para mantener la sede, seguros, limpieza, desplazamientos y un largo etcétera de gastos que tiene que asumir.
Y todo ello para no permitir que una mujer aborte. En España, según la directora general de la fundación Redmadre, Amaya Azcona, tenemos una de las leyes más permisivas en la regulación del aborto del mundo, donde no sólo se despenaliza el aborto, sino que lo convierte en un derecho subjetivo financiado por el Estado y no contempla ni una sola alternativa, dejando abandonadas a las embarazadas.
«Convierte?termina? en algo irrelevante para el Derecho al no nacido durante sus primeras 14 semanas permitiendo su libre destrucción eimpone en sus primeros 11 artículos la llamada ideología de género».
De lo que supone Redmadre para estas mujeres dan fe sus propios testimonios como el deGuadalupe Pérez. Es boliviana y la angustia de su vida es su hija mayor. Angie tiene 7 años y una enfermedad rara que la invalida totalmente. Dice que si no fuera por Redmadre no hubiera podido seguir adelante porque también tiene a Aslye, de 3 años y aunque el marido trabaja de ayudante de de cocina no llegan a fin de mes con la hipoteca y todo lo que necesita la mayor, a la que no le han dado aún pensión alguna a pesar de que sufre síndrome de West. Le dan ataques epilépticos, no camina, no habla y Guadalupe siquiera puede trabajar para atenderla.Por un comentario en el parque llegó a Redmadre . «Vine embarazada de la menor y no me pusieron pega. Me preguntaron qué necesitaba y me lo dieron todo».
Jessica Estrada llegó desde Ecuador a Sevilla para trabajar con 12 años. Se casó, a los 15 se quedó embarazada y ahora tiene cuatro niños, el mayor de 8 años y el pequeño de dos meses. Fue la asistenta social la que le habló de las ayudas de Redmadre cuando tuvo al último hijo porque ya necesitaba comida y ropa para el bebé. Ella nunca quiso abortar por su «religión y formación». Su marido estaba recogiendo naranjas y ha sido transportista y peon de albañil pero ahora está en paro. Jessica limpiaba en una casa y tampoco tiene trabajo, de modo que echan mano de la venta ambulante para ir tirando. Dice que no tiene palabras de agradecimiento de cómo Redmadre la ayuda y la consuela.
Nabila Adda nos da otro testimonio de tesón. Tiene 24 años y lleva 17 en España. El pasado mes de agosto se quedó embarazada después de haberse casado con el padre de su hija pero al conocer la noticia el progenitor le dijo a la joven que se iba a trabajar a Francia y nunca más volvió. Entonces le contó a un buen amigo suyo lo sucedido y la puso en contacto con Redmadre. Nabila estaba en ese momento de cuatro meses y la niña venía con problemas, con espina bífida. El médico que la atendía le aconsejó que abortara«porque venía como si fuera un mueble», pero ella se negó. El pasado mes de febrero nació Sonia. Está en una incubadora y saliendo adelante. Nabila piensa enseñársela un día al médico que le dijo que «era un mueble».