El 27 de octubre la Fundación REDMADRE recibió una visita muy especial. La de seis voluntarias de la zona madrileña de Mirasierra. Son MªDolores, MªCarmen Pasquí, Mercedes, MªLuisa, Mª Carmen Tarragato y Mª Carmen Coca, que empezaron su voluntariado en 2008 y desde entonces han perdido ya la cuenta de las cantidad de canastillas que han realizado y donado para las mamás a las que asiste REDMADRE. «Para que os hagáis a la idea, solo este verano, entre julio y agosto, hicimos 49 canastillas», cuenta una de las voluntarias. Gran labor las de estas madres que prestan una ayuda muy necesaria para las mamás más necesitadas. Pero su voluntariado no queda ahí. Estas mujeres han conseguido crear una red de voluntarias que cosen botones, lavan la ropa, confeccionan sábanas, mantas, cortan los peleles que no se usan para transformarlos en vestiditos y tejen prendas de lana. Una red que, como señalan, está abierta a todo aquel que quiera colaborar.
Tras esta visita Fundación REDMADRE ha querido bautizar como Arrulladores REDMADRE a los grupos de voluntarios que se van formando en las distintas zonas de las ciudades para hacer recogida de enseres y preparar las canastillas que después se reparten a las mamás, ya que su voluntariado es como un arrullo. Como el abrazo que los padres dan a sus hijos, así es como los voluntarios acogen a las mamás que reciben su voluntariado, cuidándolas con cariño aún, a veces, sin ni siquiera haber visto a estas madres, ya que los enseres se entregan en la sede de la Asociación donde son atendidas. Se trata de un voluntariado por el que las madres están muy agradecidas, ya que ellas conocen que la ayuda que les llega para poder cuidar a sus hijos son donaciones de personas buenas, comprometidas con la maternidad, y de personas que dedican su tiempo a acondicionar lo mejor posible las donaciones para que lleguen a las madres como si fueran nuevos.
Así, en esta ocasión, Fundación REDMADRE le da las gracias a etas Arrulladoras REDMADRE de Mirasierra (Madrid), que se reúnen cada semana en la Parroquia San Juan de Mirasierra. Allí recogen las donaciones que reciben, clasifican los enseres y los organizan para después entregarlos en la Asociación REDMADRE Madrid donde se dan, finalmente, a cada mamá según sus necesidades.
Durante el desayuno que compartieron con Amaya Azcona, directora general de Fundación REDMADRRE, Mª Dolores, Mercedes, Mª Luisa y las Maricarmenes cuentan que se han hecho expertas, por ejemplo, en quitar manchas y dejan la ropa que reciben como si saliera de la tintorería. Se enorgullecen de ello por la satisfacción que reporta pensar en las caras de las mamás que al abrir sus canastillas encuentran la ropa como si fuera recién comprada, algo que las dignifica a las mujeres como madres y a sus hijos como personas.
Con los enseres que consiguen de donaciones (zapatos, carritos, pijamas, bodis, faldones, ropa de abrigo y verano etc.), hacen las canastillas para las mamás. Son tres tipos de canastillas las que elaboran estas voluntarias: canastillas de recién nacido, canastillas medium y canastillas de dos años, atendiendo así a las necesidades de las mamás y dándole uso a todas los enseres que reciben de donaciones de los vecinos de su distrito.
Así, las Arrulladoras REDMADRE de Mirasierra preparan cada viernes nueve canastillas para tres mamás, de modo que cada mujer recibe tres canastillas para atender a las necesidades de su hijo durante una temporada larga.
Otra de sus iniciativas es un rastrillo que organizan anualmente y que suele ser sobre el mes de julio. En él venden ropa que reciben más especial. «Suelen ser vestidos que no han tenido más de dos o tres puestas, de mucho valor y más de fiesta que de diario», explican. Son trajes que las mamás que los pueden recibir van a utilizar poco, de modo que los van recopilando y guardando durante el año para venderlos en el rastrillo y con el dinero que consiguen compran bodis, pijamas, pañales, mantas y productos de higiene y enseres a los que las madres les van a sacar provecho de verdad.
Asimismo han organizado en su parroquia las misas por la vida. Se trata de una misa al mes en la que el sacerdote habla de la labor que se realiza con las madres en riesgo de exclusión social a causa de su embarazo, se pide ropa y enseres de bebé y la colecta del día se destina para ayudar a las mamás necesitadas. «Ese es el dinero de las becas mamá», señalan las voluntarias, que son becas que REDMADRE otorga a las madres que lo necesitan para pagar la luz, el agua y gastos básicos que no pueden pagar por sí mismas.
Antes de su visita a la Fundación, las voluntarias aprovecharon para dejar en la sede de REDMADRE Madrid las últimas canastillas elaboradas.
Estas son las acciones sociales que sacan adelante a las mamás que piden ayuda en REDMADRE y que muestran como la sociedad ha tomado las riendas de la defensa de la mujer y de la maternidad ayudando a las madres para que no se vean abocadas a tomar decisiones drásticas que les marcarán de por vida. El compromiso real y palpable de estas voluntarias, y el de tantos otros que ayudan en REDMADRE, hace posible que se esté asistiendo ya a más de 10.000 mujeres al año en toda España. Por eso, REDMADRE da las gracias a todas las personas que ayudan con su tiempo y con sus donaciones para que las mujeres puedan dar a luz a sus hijos y criarlos en las mejores condiciones posibles.