Fundación REDMADRE ha presentado el Mapa de la Maternidad 2018. Son varias las conclusiones a las que llega el informe, todas muy interesantes, pero hoy destacamos una muy ilustrativa a la que se ha llegado tras analizar las estadísticas oficiales: la invisibilidad de las mujeres embarazadas en dichas estadísticas. Es sorprendente que no exista un cálculo directo del grupo de población mujeres/madres, ni del número de embarazadas.

Tampoco se registran las situaciones de vulnerabilidad por las que pueden pasar las mujeres embarazadas. Hemos encontrado dos ejemplos muy ilustrativos de esta invisibilidad: uno es en el tema de la discapacidad, donde se descubre una ausencia total de datos directos en las estadísticas oficiales que permitan identificar a las mujeres embarazadas y madres en el grupo de población que presenta alguna discapacidad. Otro ejemplo es la cuestión de la violencia contra la mujer. En las estadísticas no se recoge si la mujer tenía hijos nacidos o estaba embarazada en el momento de sufrir la violencia, ni siquiera cuando la mujer es asesinada; y  este dato es muy necesario porque en el caso de una embarazada hay dos posibles víctimas, la mujer y el hijo que lleva en su seno.

Si no se sabe cuántas mujeres embarazadas hay cada año y tampoco se conocen las situaciones de vulnerabilidad por las que están pasando, no es posible implantar políticas de apoyo eficaces. Solicitamos a las autoridades incluir la variable de embarazo en las estadísticas de violencia de Género, en las de discapacidad y en el resto de las estadísticas donde sea necesario su registro. Además, consideramos fundamental que en las encuestas y mediciones se contemplen las situaciones de vulnerabilidad como consecuencia del embarazo.