Mientras las mujeres, tras siglos de lucha, están logrando situarse en el lugar que les corresponde conforme a su dignidad y derechos, los hombres parecen estar más desubicados que nunca. Los cambios provocados por el feminismo han dejado un paisaje social prácticamente irreconocible generando novedades ciertamente confusas, como el nuevo papel del hombre en la sociedad y muy especialmente del padre en la familia actual.
