Cuando Teresa y el resto de nuestras voluntarias de REDMADRE Sevilla llegaron a la sede con la ilusión de organizar los enseres que se repartirían ese día ¡no daban crédito a lo que veían! ¡Habían sufrido un robo! Los ladrones se llevaron ordenadores, carritos, pañales, ropita de bebé, calefactores y algunas cosas más.

No han robado a REDMADRE Sevilla, sino a cientos de mujeres embarazadas sin recursos que ponen su esperanza en la ayuda que les presta el maravilloso equipo de voluntarios de Sevilla. Han robado a un grupo de niños que llegan al mundo, en muchos casos, sin padre, sin hogar, sin ropa, ni cuna, ni pañales. Estos niños son los más pobres entre los pobres.

Esta tragedia va a dificultar el trabajo de la Asociación, pero nuestros voluntarios seguirán adelante apoyando a las mujeres que recurren a nosotros. Porque hay un bien que no se puede robar y su valor es incalculable. La humanidad de los voluntarios no se puede robar. El enorme corazón que les permite acompañar a las mujeres, escuchar sus dolorosas historias, entender su situación y regalarles una mirada de esperanza, tampoco se puede robar. La solidaridad de todos aquellos que comparten su tiempo, sus conocimientos y sus bienes está a salvo de los ladrones.

Estos son los bienes de REDMADRE: sus voluntarios, su riqueza inconmensurable. Riqueza que aumenta día a día con la incorporación de personas que, percibiendo la angustia que muchas mujeres embarazadas experimentan sobre su futuro y el de sus hijos, no se quedan impasibles, sino que salen de la comodidad de sus casas y de sus vidas a ofrecer lo que tienen: su humanidad.

Como era de esperar la generosidad de los sevillanos es inmensa y ya han empezado a llegar donaciones de enseres para que desde REDMADRE Sevilla puedan seguir ayudando a las madres sin recursos que solicitan apoyo.