En el arduo y complicado debate sobre la reforma de la ley del aborto anunciada por el Gobierno el pasado mes de diciembre se está dejando de lado una realidad que, por ser incontestable, parece no interesar. Me refiero a la durísima realidad de las mujeres embarazadas que sufren presiones de todo tipo para abortar al hijo que han concebido y que, con muy poca ayuda, podrían sacar adelante.

Es la realidad que constatamos en REDMADRE por toda España desde el año 2007 a través de la atención de miles de mujeres que han podido ejercer su derecho a ser madres al tener a su disposición el asesoramiento, la compañía y la ayuda material que precisaban. Si ocho de cada diez mujeres atendidas por REDMADRE han decidido no abortar, ¿por qué no se habla más de esta realidad y se deja a un lado la sinrazón de la lucha partidista y de ideologías?

Que el aborto no es la solución ante un embarazo imprevisto o con dificultades, que puede provocar en la mujer secuelas físicas y psicológicas quizás muy graves e irreversibles, también forma parte de la realidad que conocemos en REDMADRE al tratar con mujeres embarazadas que se plantean abortar o que ya han sufrido un aborto provocado. ¿Por qué los defensores del aborto no quieren tener en cuenta esta realidad?

La invitación a conocer el trabajo diario con estas mujeres, en cualquiera de las 40 sedes de REDMADRE por toda España, recibe el silencio como respuesta una y otra vez por quienes más alzan la voz defendiendo el aborto como ?derecho? para la mujer, o como un logro social que se verá amenazado con el Anteproyecto anunciado por el Gobierno.

Silenciar y olvidar esta realidad en el debate sobre la reforma de la ley del aborto no beneficia ni a la sociedad en su conjunto ni a quien es, finalmente, objeto de esta reforma: el concebido y la mujer embarazada.