Queridos lectores: Desde el 1 de septiembre he asumido la dirección de la Fundación REDMADRE. No se me escapa que el reto es difícil ya que el nivel alcanzado por mi predecesora, Carmina Gª Valdés, ha sido muy alto (quienes la conocéis lo sabéis). Quiero, por tanto, agradecerle la maravillosa labor realizada en la Fundación REDMADRE, desde sus inicios allá por el año 2007, donde se lanzó a una misión nada sencilla que consistía en, por un lado, hacer visible a la sociedad las dificultades por las que pasan muchas mujeres cuando se quedan embarazadas, y, por otro lado, ofrecer a las madres una asistencia concreta a nivel psicológico, legal, económico y material, para que puedan seguir adelante con su embarazo. Ambos objetivos se están cumpliendo; en España, REDMADRE es ya una referencia de general conocimiento cuando se platea la ayuda a la mujer embarazada.

Queda aún mucho trabajo por hacer en este campo, como por ejemplo, conseguir que el Parlamento apruebe una Ley de defensa de la maternidad donde se establezcan medidas concretas de apoyo a las mujeres embarazadas teniendo en cuenta que los hijos son un bien individual pero también social. REDMADRE debe seguir ampliando su capacidad de acogida a las embarazadas y coadyuvar a crear una conciencia general del valor de la maternidad y la vida.

Desde la Fundación REDMADRE pedimos vuestra ayuda para continuar con esta maravillosa labor de ayudar a las madres a superar las dificultades con que, a veces, se encuentran cuando quedan embarazadas.